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Yo no soy agricultor

2020-09-11 08:33:05 | El Pionero

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Nací, crecí y vivo en una ciudad y región prodiga del estado de Chihuahua en México; Delicias es uno de los municipios de la región centro-sur del estado. Los que conocemos esta zona, sabemos que no sobre abunda el agua, que las precipitaciones son pocas al año y cada vez más escasas (gracias al cambio climático), sin embargo, sus fundadores, hace poco más de ochenta y siete años, supieron “vencer al desierto”


    

Delicias, los vencedores del desierto.

Y más que vencer lograron hacerse amigos del desierto, aprovechar a su favor todos las virtudes y carencias que les ofrecía esta zona geográfica, gracias a esta tenacidad y valentía se logró posicionar como la principal región agrícola del estado.

Los habitantes de los municipios de Meoqui, Rosales, Saucillo, Camargo y Delicias, nos hemos esforzado por mantener aquella visión original de nuestros fundadores: ganarnos el sustento diario con el sudor de nuestra frente, con coraje, valentía y de manera honrada; el único regalo que esperamos año con año, es el inefable don de la lluvia, para que riegue nuestros campos y ciudades. Esta región es de los principales productores a nivel nacional y exportadores de algodón, nuez, maíz, chile, tomate, cebolla, entre otros productos. 

Yo no soy agricultor, pero desde la primaria aprendí que, la agricultura es una actividad productiva primaria, es decir, es base de la subsistencia humana y de la economía de nuestra nación. Es una actividad que alimenta y engrandece los bolsillos de los mexicanos. Apoyar a los agricultores, en todos los sentidos, debería ser una prioridad del gobierno mexicano, con subsidios económicos y facilitando todos los medios para que esta actividad tan noble y ancestral se siga llevando.

Hace unos años un político sedujo los oídos de algunos mexicanos con unas palabras similares a las siguiente: “…No mentir, no robar y no traicionar al pueblo…” hoy confirmamos que sólo era demagogia. Estamos ante un gobierno que es incapaz de hacer gestiones en favor del pueblo al que representa, donde las “instituciones” están sobre los ciudadanos; las leyes se han creado para servir al hombre, no el hombre para servir a las leyes, parece que al gobierno se le olvida esta premisa. Hoy nos damos cuenta, más que nunca, que en la política no hay “mesías salvadores”, que la silla de mando corrompe, y que, los que gobiernan lo hacen para sí mismos.

Felicito a todos los agricultores y demás conciudadanos que nos hemos unido para proteger, pacíficamente, un recurso que la naturaleza nos donó, y que, en estos días, lo necesitamos para que el progreso económico de nuestra región no decaiga y los habitantes de esta tierra, bendita de Dios, podamos seguir subsistiendo de la manera más decorosa posible. 

¡Yo no soy agricultor, pero estoy con mis agricultores, yo apoyo a los agricultores!

Por: Juan Alberto Espinoza Guel, profesor

 

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