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Un Congreso bajo la lupa

2020-05-02 10:05:37 | El Pionero

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Después de un largo trecho de ninguneo, la oposición resolvió frenar la reforma presidencial a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria con el denominado “bloque de contención”.


    

[% orquidea_tag %]El diversificado rechazo a la pretensión de darle un cheque en blanco al presidente López Obrador para modificar el gasto presupuestal demostró que la sociedad mexicana sí tiene inmunidad a las tentaciones autoritarias.

Se trata de una condición indispensable para la defensa de la democracia constitucional frente a quienes argumentan que puede prescindirse de ésta, en nombre de un proyecto político justo.

Porque esta vez el argumento del gobierno y de Morena ha sido que el Ejecutivo federal necesita márgenes de acción para atender la emergencia económica y garantizar sus obras y programas prioritarios, bajo la premisa de que primero los pobres.

En un texto publicado el lunes 27 de abril en El Universal, Gobernar por discurso, Juan Jesús Garza Onofre (director del Centro de Derechos Humanos de la Facultad Libre de Derecho), Sergio López Ayllón (director del CIDE), Issa Luna Plá (secretaria académica del Instituto de Investigaciones Jurídicas), Javier Martín Reyes (investigador del CIDE) y Pedro Salazar Ugarte (director del IIJ-UNAM) advirtieron que el orden constitucional estaba en entredicho y que la iniciativa de reforma enviada a la Cámara de Diputados era evidencia del debilitamiento paulatino de uno de los pilares del Estado mexicano: una actuación del gobierno subordinada a la ley.

Y al evaluar el decreto presidencial que dio origen a la propuesta de reforma legislativa, los especialistas advirtieron que ese documento pasaría a los anales de la historia del derecho por estar más cerca de Santa Anna que de Juárez.

“Es urgente que el Congreso despierte de su siesta”, señalaron en el texto los constitucionalistas.

A las sirenas de alerta de los expertos se sumó, el martes 28 de abril, una operación ciudadana de vigilancia y marcaje a los diputados federales, con la petición de votar en contra de la iniciativa presidencial.

Intelectuales, activistas de derechos humanos y organizaciones como México Evalúa, Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Borde Político, Causa Común, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, México Unido contra la Delincuencia, Derechohabientes viviendo con VIH-SIDA del IMSS y Red por los Derechos de la Infancia en México, entre una larga lista, llamaron a los legisladores a frenar la reforma por considerar que elimina el carácter democrático del presupuesto, ademas de violentar la separación de poderes estipulada en el 49 de la Constitución.

Con esas manifestaciones de inmunidad ciudadana a la destrucción de los instrumentos que garantizan la democracia, los diputados del Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano resolvieron dejar la resignación de ser siempre mayoriteados.

Así que, después de un largo trecho de ninguneo, como lo fue la declaración del jefe de los morenistas en el Senado, Ricardo Monreal, de que el proyecto gubernamental no necesitaba de la oposición para avanzar, ésta resolvió frenar la reforma presidencial a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria con el denominado “bloque de contención”.

La estrategia que ayer consiguió, temporalmente, sus propósitos, cuando el presidente López Obrador anunció que tomaría otra ruta para modificar el gasto presupuestal, se diseñó durante la reunión que vía Zoom sostuvieron este martes los coordinadores de San Lázaro, Juan Carlos Romero Hicks (PAN), René Juárez (PRI), Verónica Juárez Piña (PRD) y Tonatiuh Bravo (MC), quienes ese mismo día obtuvieron el respaldo de sus pares en el Senado para hacer valer sus 13 lugares, de un total de 37 que integran la Comisión Permanente, y negarse a un periodo extraordinario en el que los diputados de Morena y sus aliados del PT, PES y PVEM tendrían la mayoría simple necesaria para darle al Presidente la ley que solicita.

Esta táctica era posible porque la coalición legislativa hegemónica necesita de un representante de la oposición para sacar adelante las votaciones calificadas.

Y con esa mínima ventaja numérica, el bloque de contención se sometió a la lupa ciudadana y consiguió que los 13 legisladores propietarios y los 13 suplentes se comprometieran públicamente a no doblarse.

Priistas que en otras ocasiones abollaron a la oposición, como el diputado Rubén Moreira, cerraron filas.

Y, como no había sucedido antes, la inmunidad contra las tentaciones autoritarias también se activó entre morenistas: Porfirio Muñoz Ledo, Lorena Villavicencio, Armando Guadiana y Germán Martínez, quien reprobó “la lambisconería pura” de quienes le dicen sí a todo lo que pide el presidente López Obrador.

Así que por, primera vez en lo que va de este gobierno, ese alegato de que el fin justifica los medios se topó con una masa crítica, defensora de la democracia, porque mostró músculo y le puso la lupa al Congreso.

Por: Ivonne Melgar/Retrovisor

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