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Leyeron en funeral LeBarón las estrofas 'ocultas' de Himno Nacional

2019-11-08 21:31:29 | tiempo.com.mx

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Durante el funeral de Rhonita y su cuatro hijos, la familia LeBarón leyó las estrofas “ocultas” del Himno Nacional Mexicano; la ceremonia se llevó a cabo en Galeana, Chihuahua.


    

Este viernes se llevó a cabo el funeral de Rhonita y sus cuatro hijos que fallecieron junto con ella en la camioneta quemada en los incidentes del lunes 4 de noviembre cuando sujetos con armas de fuego los atacaron e incendiaron el vehículo donde viajaban.

Durante la ceremonia que se llevó a cabo en la comunidad LeBarón familiares leyeron las estrofas “ocultas” del Himno Nacional Mexicano, la mujer que se encargó de leer el Himno Nacional, mencionó cada una de las estrofas que no se cantan normalmente en los eventos oficiales.

Esto sucedió cuando comenzaron a bajar los ataúdes en el sepelio de acuerdo a FOROtv, tras bajar los ataúdes, Julián LeBarón pidió que arrojaran flores y un poco de tierra para despedir a Rhonita y sus cuatro hijos.

Rhonita junto con sus hijos Howard Jacob Miller, Krystal Bellaine Miller, Titus Alvin Miller y Tiana Gricel Miller fallecieron en la camioneta que se incendió tras el ataque del grupo armado.

Aquí el Himno Nacional completo con las estrofas "ocultas", las cuales prohibió Lerdo de Tejada y que no se utilizan en la versión oficial en eventos políticos u oficiales.

 

(Coro) Mexicanos, al grito de guerra El acero aprestad y el bridón; Y retiemble en sus centros la tierra Al sonoro rugir del cañón.

I Ciña ¡Oh Patria! tus sienes de oliva de la paz el arcángel divino, que en el cielo tu eterno destino por el dedo de Dios se escribió. Mas si osare un extraño enemigo profanar con su planta tu suelo, piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo un soldado en cada hijo te dio.

II En sangrientos combates los viste por tu amor palpitando sus senos, arrostrar la metralla serenos, y la muerte o la gloria buscar. Si el recuerdo de antiguas hazañas de tus hijos inflama la mente, los recuerdos del triunfo tu frente, volverán inmortales a ornar.

III Como al golpe del rayo la encina, se derrumba hasta el hondo torrente, la discordia vencida, impotente, a los pies del arcángel cayó. Ya no más, de tus hijos la sangre, se derrame en contienda de hermanos; sólo encuentre el acero en sus manos quien tu nombre sagrado insultó.

IV Del guerrero inmortal de Zempoala te defiende la espada terrible, y sostiene su brazo invencible, tu sagrado pendón tricolor. Él será del feliz mexicano en la paz y en la guerra el caudillo. porque él supo sus armas de brillo circundar en los campos de honor.

V ¡Guerra, guerra sin tregua al que intente de la patria manchar los blasones! ¡guerra, guerra! los patrios pendones en las olas de sangre empapad. ¡Guerra, guerra! en el monte, en el valle, los cañones horrísonos truenen y los ecos sonoros resuenen con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!.

VI Antes, Patria, que inermes tus hijos bajo el yugo su cuello dobleguen, tus campiñas con sangre se rieguen, sobre sangre se estampe su pie. Y tus templos, palacios y torres se derrumben con hórrido estruendo, y sus ruinas existan diciendo: de mil héroes la patria aquí fue.

VII Si a la lid contra hueste enemiga, nos convoca la trompa guerrera, de Iturbide la sacra bandera, mexicanos, valientes seguid. Y a los fieles bridones les sirvan las vencidas enseñas de alfombra; los laureles del triunfo den sombra a la frente del Bravo Adalid.

VIII Vuelva altivo a los patrios hogares, el guerrero a cantar su victoria, ostentando las palmas de gloria que supiera en la lid conquistar. Tornaránse sus lauros sangrientos en guirnaldas de mirtos y rosas, que el amor de las hijas y esposas, también sabe a los bravos premiar.

IX Y el que al golpe de ardiente metralla, de la Patria en las aras sucumba, obtendrá en recompensa una tumba donde brille, de gloria, la luz. Y, de Iguala, la enseña querida a su espada sangrienta enlazada, de laurel inmortal coronada, formará de su fosa una cruz.

X ¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran exhalar en tus aras su aliento, si el clarín con su bélico acento los convoca a lidiar con valor. ¡Para ti las guirnaldas de oliva! ¡un recuerdo para ellos de gloria! ¡un laurel para ti de victoria! ¡un sepulcro para ellos de honor!.

 

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